Desde que era pequeño que veía a su abuelo ir al mar a pescar para ganarse la vida y era tradición en su familia que los hombres se dedicaran a eso. Pero había un problema y aquel era que Juan detestaba el mar. La primera vez que intentaron subirlo al bote se revolvió como un gato salvaje por lo que decidieron no obligarlo, pensando que era cosa de la edad. Sin embargo los años pasaron y nadie podía convencerlo de navegar a través de las olas. Y detesto aún más el océano cuando un día este se llevó a la tripulación de su abuelo.
Navegando el oleaje
yohanapizarro1502
Comments