Sorbo a sorbo, bocado a bocado. El señor Henry disfrutaba de su desayuno justo a las 8:00 para no llegar tarde a su trabajo como contador. Su esposa lo observaba atentadamente esperando que diera la última mordida a su planificada comida. Solo debía esperar para que el veneno hiciera efecto cuando este estuviera en la calle y lo bueno de este compuesto es que no dejaba rastros que pudiesen ser descubiertos en una autopsia.
Mañana
yohanapizarro1502
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