Antonia tenía una pequeña bolsa en la que guardaba los momentos amargos para no tener que experimentarlos. El procedimiento era simple metafóricamente tomaba esas ideas y las colocaba dentro de ese pequeño saco. Así quedaba libre de tristezas, pero su solución se perdió cuando la bolsa le fue robada creyendo que se trataba de dinero. La persona que la sustrajo al abrirla se derrumbó en el suelo agobiado por la amargura de las situaciones a las que Antonia no quiso enfrentarse o no sabía cómo.
La bolsa
yohanapizarro1502
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