De nuevo con esa sonrisa de comercial el vendedor de flores exponía su mercancía ante los ojos del público. La rosas fragantes y los lirios hermosos era lo que más vendía. Pero aquel sujeto guardaba un secreto y aquel era que nunca había recibido una flor de parte de alguien. Sentía un poco de vergüenza al respecto, pues se dedicaba a vender flores que servirían de regalo para graduaciones, citas u otros eventos importantes. Pero un día una mujer compró un hermoso girasol y se lo dio como muestra de su aprecio ya que sus flores siempre la hacían sonreír.
El vendedor de flores
yohanapizarro1502
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