El calor de la estufa lo hacía sentirse realmente cómodo y las caricias en su pelaje anaranjado se sentían realmente bien. Le hacía recordar cuando su madre les daba leche a sus cuatro hermanos y a él. Memorias dulces y nostálgicas que a la vez le dejaban una pequeña probada amarga al rememorar su separación cuando solamente tenía tres meses de nacido. Pero no se quejaba pues ahora tenía una familia que lo amaba mucho e incluso le habían puesto un collar con su nombre y le hicieron una pequeña cama en donde podía dormir, sí la vida era buena.
Calor
yohanapizarro1502
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