Llegaban las 23:00 de la noche y el manchas conocido como el gato más peleonero de toda la cuadra se preparaba para escabullirse de los brazos de su niña. Siempre tenía la misma rutina y hacía toda clase de maniobras para escaparse al techo en medio de la nocturnidad. Las peleas eran organizadas por un gato al que le faltaba un ojo por eso mismo le decían “el tuerto”. Una vez estaban en posición eran animados por todo el improvisado público. Las peleas continuaban durante toda la madrugada sin importar que sus bufidos molestaran a las personas que buscaban conciliar el sueño.
Batalla en el tejado
yohanapizarro1502
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